Una piel tersa e hidratada, un cabello fuerte, un cuerpo ejercitado, una boca sana. La salud es bella. Siempre nos atrae aquello que percibimos como sano y en buen estado porque no hay nada más hermoso que la salud.
En odontología tenemos muy clara esta idea: una boca sana y cuidada es casi siempre una boca hermosa. Pero nos preocupa cambiar las prioridades porque al invertir el orden muchas cosas acaban por dejar de tener sentido. Priorizar una sonrisa hermosa por encima de una sonrisa sana es apostar por no tener, en poco tiempo, ni una cosa ni la otra.
No cabe ninguna duda, la salud y la estética dental son dos conceptos que se complementan, por eso, cuando nos planteamos realizar un tratamiento de estética dental siempre empezamos por mejorar la salud de la boca.
Asimetrías, diastemas (pequeñas separación entre los dientes), cambios de coloración, fracturas o caries son algunos de los principales problemas que inciden directamente sobre la estética de nuestra sonrisa. La odontología trata siempre estos problemas de salud mejorando con diversos tratamientos los problemas estéticos.
Para poder aportar soluciones hemos incluido entre nuestros tratamientos las microabrasiones del esmalte, los contorneados estéticos, el blanqueamiento dental o las carillas de porcelana. Todos están relacionados con la salud de tu boca y todos mejoran la imagen de la misma. No olvidemos nunca que la base es una buena higiene y un control regular por parte de profesionales del sector. Si creemos que el problema es únicamente estético nunca le daremos una solución correcta. A la belleza por la salud, pero nunca al contrario.