Los síntomas de una encía enferma son el sangrado espontáneo o al cepillado, la aparición de pus en la encía, mal sabor o mal olor de boca, enrojecimiento, retracción, cambio de posición de los dientes, sensibilidad térmica, dolor e incluso movilidad. Las enfermedades del periodonto más frecuentes son conocidas como enfermedades periodontales. Las formas leves se llaman gingivitis y afectan sólo a la encía; las graves son las periodontitis en las que se produce una destrucción de los tejidos profundos como el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
La diferencia entre ambas situaciones requiere la valoración por parte del dentista, por lo que si presenta algunos de estos síntomas deberá consultar para que valoren la situación y le aconsejen cómo actuar.